30 de julio de 2012

postheadericon Capítulo 4x11


Al día siguiente, los rayos de sol penetraron en el coche donde dormía Marta haciéndola despertar. El coche con el que Calvin atropelló a Rocío.

MARTA: (Bosteza) Aaaay, pues que bien he dormido, este asiento de cuero es muy cómodo y no echa olor ni nada. (Se mira el reloj) ¡Las diez! ¡La clínicaaaaa! Ay madre que tengo una paciente a primera hora (Se arregla el pelo). ¡No llego! ¡No llego! (Sale del coche) ¡Y esto está en el quinto mundo! ¡Para una paciente que tengo y la voy a perder! Un momento… (Mira el coche) ¡Si tengo un coche con llaves y todo! ¡Ay Martita que dichosa que eres! ¡Mi suerte está cambiando! (Se monta en el coche) Madre… pues para acordarme yo ahora de cómo se manejaba esto. La última vez que cogí un coche la armé buena… (Mira hacia arriba) Dios, si es verdad que existes ayúdame. (Arranca). ¡Vamos Martita que tú puedes! ¡Demuestra de qué eres capaz!






Carlos y Sergio estaban en el Eureka.

SERGIO: ¡Carlos! ¡Mira este cartel!
CARLOS: ¿Justin Bieber viene a Madrid? ¡Quiero verlo!
SERGIO: Quita, quita, viene Justin Bieber y vomito, vamos es que me cambio de país. 
CARLOS: Pues es majo el chaval…
SERGIO: Vamos a ver, no nos vayamos del tema, ¡es un concurso de cócteles!
CARLOS: ¿Y qué vas a hacer tú para el concurso de cócteles?
SERGIO: Pues no sé… ¿un cóctel? ¿¡A ti que te parece!? Aunque no sé… no sé yo si participar, el premio es un viaje a Las Vegas, y yo es que no sé inglés.
CARLOS: Dicen que allí se liga mucho.
SERGIO: ¡Pues ahora mismo que hago yo un cóctel! Será por ideas…
MANUELA: ¿Os ayudo?
SERGIO: ¿Quieres ser nuestra cobaya?
MANUELA: ¿Qué vaya a dónde?
SERGIO: ¡Nuestra conejilla de indias!
MANUELA: Uy, quita, quita que la india está muy lejos y no tengo un duro.
SERGIO: ¡La que pruebe nuestros cócteles!
MANUELA: ¡Ah bueno! A ver empezado por ahí, pues será todo un honor ayudaros, yo es que soy muy de probar cosas. Fui a un restaurante para trabajar de catadora pero me despidieron…
CARLOS: ¿Y eso?
MANUELA: Pues que le comí al chef una cosa que no debí comerle jeje. Es que estaba tan bueno...
CARLOS: Te entiendo.
SERGIO: ¡Bueno! ¡Manos a la obra que el concurso es esta noche!


Marta iba conduciendo.

MARTA: Venga, no te pongas nerviosa. ¡Un semáforo! Venga, Martita, frena, frena, frena, ¡frenaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! (El coche aceleró cuesta bajo y frenó de golpe). ¡¿Pero qué he hecho?!

Una pareja de policías que estaba cerca acudió a Marta.

POLICÍA: Señora, ¿está bien? Lleve más cuidado.
MARTA. Sí señor agente, no volverá a pasar, he pisado el acelerador sin querer

El agente le echó un vistazo al coche y vio que estaba bollado por la parte delantera.

POLICÍA: ¿Por qué está así?
MARTA: Verás… es que… ¡A ver cómo te explico yo esto! Qué resulta que este coche no es mío, que lo he encontrado tirado…
POLICÍA: ¿Cómo que lo has encontrado tirado?
MARTA: Que sí, pero que no me espose ni nada de eso (Se mira el reloj) ¡Qué me está esperando la paciente! ¡Ay madreeeee!
POLICÍA: Creo que es el coche que buscamos, gracias por ayudarnos.
MARTA: Oye, oye, ¡que no se lo llevéis que tengo que llegar cuanto antes!
POLICÍA: Lo siento.
MARTA: ¡Pues llevadme vosotros! ¡El Portón del Archiduque! ¡Ay venga enrollaros!
POLICÍA: Señora, no, lo sentimos.

La policía empezó a registrar el coche.

MARTA: Pues adiós a la única paciente que he conseguido en tres meses…



Lola, Rocío, Jesús y Moisés estaban doblando ropa.

JESÚS: Y mira, los calcetines se doblan así, los juntas y los doblas hasta que queden como un cuadradito, me enseñó mi madre, es que antes ella los doblaba en forma de bola pero el perro se los llevaba a la boca.
ROCÍO: Ah, pues muy bien. ¿Y a mí que me importa?
JESÚS: ¡Algún día serás madre de familia digo yo!
ROCÍO: Uy, ¿yo madre de familia? No me conoces tú a mí…
LOLA: Antes me toca la lotería.

Moisés bajaba las escaleras con un consolador en la mano.

MOISÉS: ¡Mira papá! ¡Mira que juguetes más chulos que tienen los alquilados! ¡Vibra y da vueltas! ¡Parece un cactus! ¿Qué es?
JESÚS: ¡Hijo suelta eso es un instrumento de Satanás!
MOISÉS: ¡¡Aaaaaaaaaaah!! (Lo tira al suelo y sale corriendo).
LOLA: ¡¿Pero bueno?! ¿Qué haces con mi vibrador?
JESÚS: No, ¡qué haces tú con eso! ¡Qué es pecado, insensata!
LOLA: ¡Pues debo de estar ya muerta porque lo llevo usando ya toda mi vida! (Lo coge) ¡Ale se ha roto! ¡Pues me vas a comprar otro!
JESÚS: Yo no compro eso ni muerto.
MOISÉS: ¿Y para qué sirve?
ROCÍO: ¡Uy! Pues mira, le metes la pila, lo enciendes, te abres de piernas y te…
JESÚS: (Interrumpe a Rocío) ¡Y te das un masaje en los muslos! ¡Pero es pecado y punto! (Mira de reojo a Rocío). Y Lola creo yo que ya eres mayorcita para andar jugando con esos cachivaches.
LOLA: ¡Ay la virgen! ¡Yo en mi casa juego a lo que me da la gana!
JESÚS: ¡No es tu casa estás alquilada! Jajajajajajaja.
LOLA: ¡Y a ti te ha dejado tu mujer por gilipollas!
MOISÉS: (Se tapa los oídos) ¡Aaaah ha dicho una palabrota!
JESÚS: Has sido muy cruel Lola, ¡llevaba horas sin acordarme de ella! (Se sube a la planta de arriba llorando).
MOISÉS: Papi no llores, (sube las escaleras y mira a Lola) ¡BRUJA!
LOLA: ¡Oh! ¡Esto ya es el colmo! (Abre la puerta).
ROCÍO: ¡¿A dónde vas?!
LOLA: ¡A hablar con Amparo! ¡¡A Dolores de Marichalar no la torea nadie!! (Se dirige a la puerta del Ático A)
ROCÍO: ¿De Marichalar? … … ¡Uy espera que me estoy pintando las uñas! Bah, luego me los pongo de porcelana. (Sale de casa y cierra la puerta).

En el rellano Lola y Rocío llamaron al timbre de Amparo.

AMPARO (Desde la puerta): El timbre al que llama está apagado o fuera de cobertura en este momento no lo intente de nuevo y váyase a tomar fanta, graciaaaas.
LOLA: ¡Abre la puerta o me traigo aquí la sierra y la parto en dos! La traigo ¿eh?
AMPARO (Abre la puerta): ¿¡Qué quieres!?
LOLA: ¡Que tu marido me ha roto el vibrador!
AMPARO: ¿A mí que me cuentas? ¿Qué quieres? ¿Qué te compre uno? ¡Pues estaría bonico! Además, a tu edad es malo usar esas cosas…
LOLA: ¡Pues yo por lo menos no ando necesitada y desesperada cómo otras!
AMPARO: ¡Oh!
ROCÍO: Jajaja, me encanta como os tiráis los trastos. Qué bueno, que para lo que hemos venido es para que te lleves a tu marido y a su hijo de nuestra casa, ¡es insoportable!
AMPARO: Vosotros rompisteis mi matrimonio, vosotros os coméis el marrón. Buenos días (Se mete a casa y cierra la puerta).
LOLA: ¡Pero bueno! ¡Qué me tienes que comprar el vibrador que yo sin él no puede vivir!
ROCÍO: ¡Ay Lola tú no te preocupes de eso! Te doy yo uno mío que no lo utilizo.
LOLA: ¿Tú tienes?
ROCÍO: ¡Pues claro! De todas las formas y colores… ¡Pero a ver! ¡No nos desviemos del tema! Tenemos que hacer que Jesús y Amparo vuelvan, tengo que idear un plan… ¡ya sé!
LOLA: Qué rápida que eres hija, como seas igual de rápida para todo…
ROCÍO: No, si tú de eso no te preocupes, jaja.
LOLA: Bueno, ¿y cuál es el plan? 
ROCÍO: ¡Jesús tiene que hacerle un regalo a Amparo! Algo para que se derrita.
LOLA: ¡Anda, pues mira! Ahora anuncian un helado de chocolate riquísimo que dicen que es infinito, eso a lo mejor vale.
ROCÍO: ¡Para que se derrita Amparo no el regalo!
LOLA: ¡Ah yo que sé! Si no me explicas las cosas pues no me entero… Ay, esto me pasa por ajuntarme con mi hijo.
ROCÍO (Sobresaltada): ¿Y tú que tienes contra tu hijo?
LOLA: ¡¿Y a ti desde cuando te importa mi hijo?!
ROCÍO: ¡Oh! ¿A mí? ¿Tu hijo? ¿Importarme? ¡JÁ!

Sonia, sigilosa abrió la puerta de su casa y salió al rellano.

SONIA: ¡PSS!
ROCÍO: ¡Qué!
SONIA: No he podido evitar oíros, yo también quiero que vuelvan que desde que están separados mi madre se ha vuelto de un insoportable… ¡No me deja salir a ningún lado!
LOLA: ¡No mientas que tu madre de por sí ya es insoportable!
SONIA: Bueno, a ver, ¿Qué le tiene que regalar mi padre?
ROCÍO: Algo para que se derrita.
SONIA: Si es que a mi madre los helados no le van, además engordan y está en plena operación bikini, le hundirías de por vida.
ROCÍO: Otra…
LOLA: ¡Ves cómo esta tampoco lo entiende! Las chonis estas que parecen que se han metido jarullo en la boca…
SONIA: Bueno, pues que le regale algo pero primero mi madre tiene que ir un poco bebida, mi madre borracha hace de todo.
ROCÍO: ¡Oy la Amparo borracha! Jaja, no me lo pierdo… ¡Vamos al Eureka!


Sergio y Carlos estaban en la barra dándole cócteles a Manuela.

SERGIO: Bueno ya está, este es mi cóctel. Se llama Hawaii lleva, una onza de jugo de piña, una gota de amargo de naranja, media onza de ginebra y una clara de huevo.
CARLOS: Sergio, son cócteles inventados. ¡Ese lo has sacado del libro de recetas!
SERGIO: ¡Pues le cambiamos el nombre ya ves tú! ¿Cómo quieres que le llamemos Manuela?
MANUELA: ¡Cucufatero! Como el burro que hay en mi pueblo.
SERGIO: ¿Ves que nombre más original? ¡Con eso seguro que me dan el premio!
CARLOS: Manuela, pruebe el mío. Se llama Eau de Mango.
SERGIO: No me gusta, suena a colonia.
CARLOS: Lleva un vasito pequeño de zumo de mango, dos onzas de whiky, una onza de Vermouth dulce, media cucharadita de azúcar y dos gotitas de limón. Pruébalo.
MANUELA: Pues vamos a ver, como me dé un corte digestión me compráis los medicamentos, ¿eh? (Lo prueba) Uum… sabe cómo… como a… ¡TABASCOOOO! (Escupe) ¡Aaaaah! ¡La boca me arde! ¡Asesinos!
CARLOS: ¡Pero si yo no le he echado tabasco!
SERGIO: Jajajajajaja.
CARLOS: ¡Eso es jugar sucio!

Rocío, Lola y Sonia entraron en el Eureka.

MANUELA: ¡Sobrinita! Tus amigos me han querido quemar la boca.
ROCÍO: Hacer el favor de no abusar de ella que ya tiene sus años.
LOLA: Pobrecita, no quemarle la boca a la Balear.
CARLOS: Bueno, ¿qué queréis? ¡Qué estábamos creando cócteles!
SONIA: ¡Pues perfecto! Darme unos cuantos que hay que emborrachar a mi madre.
SERGIO: ¿A tú madre? ¿Para qué?
SONIA: ¡Para que vuelva con mi padre!
CARLOS: ¿Y para eso la emborracháis?
SONIA: Mi madre borracha hace locuras. ¡Venga yo le subo los cócteles y vosotros a hablar con mi padre! Sergio, tú ven conmigo.
ROCÍO: ¡Oye! ¿Y por qué Sergio? Carlos, ve tú también con ellos. (Mira de reojo a Sonia).
CARLOS: Pues espera que mandemos los… ¡Manuela encárgate de mandar los cócteles al concurso!
MANUELA: ¡A la orden!


Rocío y Lola entraron a casa.

ROCÍO: ¡Hola Jesús precioso!
JESÚS: ¿Precioso?
MOISÉS: ¡Oh, papá! Te ha dicho precioso la pelirroja, tus premoniciones son ciertas.
JESÚS: ¡Chsss! Calla niño.
ROCÍO: A ver, no te he dicho precioso porque lo seas que a la vista está que no, lo he dicho como señal de cariño.
LOLA: ¡Aquí las cosas claras! ¿Quieres recuperar a tu mujer sí o no?
JESÚS: ¡Pues claro!
LOLA: ¡Pues ale! ¡A comprarle algo a Amparo para que se derrita!
JESÚS: Ahora mismo que voy, ¡vamos hijo! Amparo tiene que derretirse cuando vea mi regalo.
MOISÉS: ¡Vamos!

Jesús y Moisés salen de casa.

LOLA: Já, (mira de reojo a Rocío). ¿Ves cómo a mí sí me ha entendido?
ROCÍO: (Mira de reojo a Lola) ¡OCH! (Sube las escaleras).

Mientras, a casa de Amparo llegaban Sonia, Sergio y Carlos con cócteles.

SONIA: ¡Mamá! Te hemos traído cócteles.
AMPARO: ¡Uy cócteles con lo que a mí me encantan! ¿Qué me queréis? ¿Emborrachar?
SERGIO: Sí.
CARLOS: (Le da un codazo a Sergio).
SERGIO: ¡Auh!
SONIA: No, es para probarlos que los van a presentar a un concursos, y he dicho pues tú les ayudas que me dan pena…
AMPARO: ¿Pena estos? ¡Mira lo hago porque me encantan sino no lo haría! (Se bebe un cóctel) ¡Aaah! Qué placer…
SONIA (Por lo bajo): Ya veréis dentro de un rato.


Calvin estaba en el set de rodaje rodando su serie.

CALVIN: No entiendo como por una flor abandonaste un jardín repleto de amapolas para ti.
ACTRIZ: ¡Él me obligó! ¡Me amenazó con matar a mis padres lo siento!
CALVIN: ¡Mentirosa! (Le arrea un manotazo).
EDUARDO: ¡CORTEN!
CALVIN: ¿Ya?
EDUARDO: Sí, ya hemos terminado por hoy, Calvin ven un momento.
CALVIN: (Se dirige hacia Eduardo), dime.
EDUARDO: Tienes que entrar en acción, ¿estás preparado?
CALVIN: Sí.

Jesús llegó a casa de los alquilados dónde estaban Lola y Rocío.

JESÚS: ¡Ya tengo el regalo!
ROCÍO: ¿Qué es? ¿Qué es? ¿Un CD de Camela? ¡ME CAIGO MUERTA!
JESÚS: ¡Qué va! ¡UN CRUCERO POR EL MEDITERRANEO!
LOLA Y ROCÍO: ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!
LOLA: ¡Pues venga corre!

Jesús fue corriendo a la puerta del Ático A y llamó al timbre, Lola y Rocío se quedaron mirando por la mirilla. Amparo abrió la puerta, iba un poco borracha.

AMPARO: ¡Santo Dios! (Se arrodilló). ¡Hágase en mí según tu palabra!
JESÚS: Amparo, ¿qué haces?
AMPARO: Oh, Dios mío, no soy digna para que entres en mi casa pero una palabra tuya bastará para sanarme ¡HIP!
JESÚS: ¿Estás borracha?
AMPARO: No… hehe, son los cócteles…
JESÚS: Bueno Amparo, vengo a decirte lo mucho qué te amo, ¿quieres volver?
AMPARO: (Se levanta). Verás… es que que que a mí el cine español no me va mucho… y menos el de Almodóvar.
JESÚS: ¡Volver la película no! ¡Que si quieres volver conmigo!
AMPARO: ¿A dónde?
JESÚS: Mira, me voy al grano. (Le da unos billetes), ¿te vienes de crucero conmigo? ¡Sale pasado mañana!
AMPARO: Aaaaaaaaaaaaaaaaah, un crucero, ¡me derritoooooooooooo! ¿Pasado mañana? ¡Que me tengo que comprar un bikini, protección solar, toallas, un neceser, un pareo, un sombrero a lo Pamela Anderson! ¡Me voooy!

Amparo salió corriendo y bajó las escaleras, los alquilados salieron al rellano.

JESÚS: ¡Bien!
ROCÍO: Pues ha sido más fácil de lo que creíamos y todo.
SERGIO: Bueno, pues nosotros nos vamos que a lo mejor nosotros también nos vamos… ¡A Las Vegas!
LOLA: ¡Uy! Vamos a ver si ha ganado el cóctel de mi hijo…
ROCÍO: ¡Cuánto vamos! Ni que hubiéramos entrado en bucle.


Amparo salía corriendo de la urbanización y se topó con Calvin.

CALVIN: ¡Amparo!
AMPARO. ¡Quita que me tengo que comprar cosas que me voy pasado mañana de crucero! (Se va).
CALVIN: ¿De crucero? Vaya… (Sacó el móvil y llamó a Eduardo) ¿Eduardo? No le puedo comprar el piso a Amparo, se va de crucero, es imposible.
EDUARDO: ¡No! Es perfecto. Te vas a ir a ese crucero.
CALVIN: ¿Perdón?
EDUARDO: Sí, te vas a ese crucero y allí te las artimañas para que te compre el piso. Para no levantar sospechas te llevarás a tus amiguitos contigo… ¡Es perfecto, es perfecto! Allí Amparo no tendrá escapatoria.
CALVIN: Yo este plan sigo sin verlo, pero vale.

Los alquilados estaban en el bar. Carlos estaba en el ordenador viendo a ver qué cóctel había ganado.

CARLOS: El ganador es…. ¡NOSOTROS! ¡Hemos ganado! ¡Eau de Mango!
SERGIO: ¡Nos vamos a Las Vegaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!
LOLA: ¡Ay mi hijo que orgullosa que estoy de ti! ¿Me puedo ir contigo? Yo me meto en la maleta y ya está si yo soy muy práctica…
SERGIO: ¡Qué no!
ROCÍO: Pues si lo sé me apunto yo, seguro que gano.
CARLOS: Un momento, aquí pone que el premio ya ha sido recogido…
SERGIO: ¡¿Cómo?! A mí no me mires Carlos que yo no he recogido nada.

En ese mismo instante entró Manuela al bar.

MANUELA: Ay mis niños, aquí os traigo mi parte de baja, me he lesionado la rodilla y no puedo trabajar, una pena, chao.
ROCÍO: Tía, ¿y esa maleta?
MANUELA: ¿Qué maleta?
CARLOS: Manuela, ¿qué has hecho con mi cóctel?
MANUELA: Pues es que verás tú, yo ya soy muy muy mayor y no voy a poder salir del país así que… (Da un paso atrás) ¡Puse el cóctel a mi nombre! ¡ADIÓS ME VOY A LAS VEGAS! ¡LO SIENTOOOOOO! (Se fue corriendo).
SERGIO: ¡La madre que la parió! ¡Vuelve aquí vieja artrítica! Devuélveme mi viaje…. Mis sueños hundidos…
LOLA: No, si la Balear tonta no es, no.
CARLOS: Nuestro gozo en un pozo… ¿Cuándo volveremos a tener una oportunidad así para irnos de viaje tan fácilmente?

DOS DÍAS DESPUÉS

Todos nuestros alquilados y Amparo, Jesús y Sonia estaban en el puerto a punto de embarcar.

CARLOS: ¡Nunca pude imaginar que tendríamos una oportunidad de irnos de viaje tan fácilmente!
MARTA: Sonia, ha sido todo un honor para mí que retires la orden de alejamiento para poder disfrutar de este maravilloso crucero.
SONIA: Sí, pero que haya una barrera, ¿eh?
MARTA: Yo si quieres me ofrezco voluntaria para ayudarte con el niño, se me dan genial.
SONIA: Uy sí, se te ve, se te ve…

ROCÍO: Jo, Calvin, como te has enrollado.
CALVIN: Todo por vosotros, os lo debo, sois mis amigos, tengo dinero y quiero disfrutarlo con vosotros.
LOLA: Si es que mi Calvin es mucho Calvin…

AMPARO: Sigo sin saber cómo pude aceptar irme de crucero contigo.
JESÚS: Pues porque me quieres y el amor todo lo puede. Voy a llamar al convento que he dejado allí a Moisés y no me fio.

SERGIO: ¡Va a zarpar! ¡Va a zarpar!
CARLOS: ¡Pongamos rumbo!

Nuestros alquilados se montaron en aquel majestuoso barco para realizar un crucero de lujo por todo el Mar Mediterráneo. Se embarcaron en él sin saber que en ese barco sus vidas cambiarán para siempre… Mientras tanto en tierra firme Eduardo seguía con su plan. El susodicho llegó a su casa, abrió la puerta y se encontró con una mujer.

EDUARDO: Cariño, ya está todo listo, Calvin hará todo lo que le ordene en ese barco, y se hará con el piso de Amparo…

¿Quién sabe si nuestros alkilados alcanzarán la felicidad en este barco? ¿Quién sabe si se verán en la calle cuando vuelvan? O ¿quién sabe? A lo mejor sus sueños se verán hundidos cual Titanic, suposiciones aparte, está claro que este viaje será el viaje de sus vidas. COMIENZA LA RECTA FINAL.



postheadericon Capítulo 4x10








Era de noche y Rocío venía un poco borracha de un botellón.

ROCÍO: ¡Oe oe oe oe oe oe! Alegría de vivir… (Se tumba en un banco) Que pedo que llevo, ¡y qué noche! 

En ese mismo instante, Jesús pasaba por el parque y vio a Rocío.

JESÚS: ¡Rocío! ¿Estás bien? Estás colorada.
ROCÍO: (Se pone a cantar) Y aunque parezca mentira, me pongo colorada cuando me miras, me pongo colorada… (Para de cantar). Jesús, ¿me ves atractiva?
JESÚS: Eh… ems…. Sí, claro… tienes un cuerpo hecho para el pecado, de eso no me cabe duda.
ROCÍO: ¡PUES ÁMAME! ¡Consumamos nuestro amor!

Rocío se abalanzó sobre Jesús y éste la cogió, se cayeron al banco y comenzaron a besarse.

JESÚS: Que caliente que estás.
ROCÍO: Oh, Jesús, Jesús, uuuuumh ¡DAME FUERTEEEEEEE!


ROCÍO: ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!

Rocío se despertó sofocada de la cama, había soñado, que se liaba con Jesús.

ROCÍO: ¡Dios mío estoy enferma! Esto me pasa por cenar chorizillo criollo, que siempre se me repite.



A la mañana siguiente, Amparo estaba limpiando toda la casa, estaba muy sulfurada y muy cabreada. Sonia, Jesús y Moisés se despertaron.

AMPARO: Mira los Marqueses de Santillana, ¿os preparo el desayuno?
SONIA: Hombre me harías un favor, que le tengo que dar el biberón a Izan.
AMPARO: ¡Ya está bien! ¡Estoy harta! ¡HARTA! ¡Me tenéis hecha una negra! Amparo pa’lla’, Amparo pa’ca’, Amparo hazme el desayuno, Amparo friega los platos. ¡Estoy harta! ¡NECESITO LIBERTAD! ¡Me ahogo en esta casa! ¡Me ahogo!
MOISÉS: Pues abre las ventanas o ve a Urgencias para que te pongan oxígeno.
AMPARO: (Amenaza a Moisés con el plumero) ¿Te crees gracioso? ¡¡¿Te crees gracioso?!!
MOISÉS: ¿Yo? Yo… (Se va corriendo al cuarto de baño) Tengo miedoooo.
JESÚS: Amparo, que sea la última vez que le hablas así a mi hijo.
AMPARO: ¡Pues que sea la última vez que me tenéis aquí limpiando como una negra! ¡Que me lo ponéis todo perdido! ¡Se acabó el machismo en esta casa!
SONIA: Mamá, ¿otra vez con el machismo? Te repites más que el gazpacho.
JESÚS: Amparo, ¿qué te pasa? Tú antes no eras así. Cuando nos casamos por primera vez eras una chica decente, educada, respetuosa, me lo hacías todo, si hasta llegaste virgen al matrimonio.
AMPARO: ¡Oh! Jajajaja, que chistaco, ¡mentira! No llegué virgen al matrimonio, te mentí.
JESÚS: Co… co… ¿Cómo?
AMPARO: ¡Qué te mentí! No llegué virgen al matrimonio, ¡Ja! Pues si hombre, iba a llegar yo virgen por ti, ni que fueras el George Clunny.
SONIA: Creo que estáis empezando a decir tonterías.
JESÚS: Amparo, ¿me has estado engañando durante todo este tiempo? No me esperaba esto de ti (Empieza subir las escaleras muy triste).
SONIA: Mamá, te has pasado.
AMPARO: ¡Qué se joda! Merecía saber la verdad. ¡Me voy! Te quedas tú limpiando.
SONIA: Eh, oye que nooo ¡Que no sé!
AMPARO: ¡Aprendes! (Cierra la puerta y sale al rellano).

Amparo sale del rellano y se encuentra con Lola.

LOLA: Anda mira, ¿Quién te ha visto y quién te ve? Uuh, que pelos me llevas, con todo el dinero que tienes y no ir a la peluquería…
AMPARO: ¡Qué te calles Culopietro! Por cierto, Lola, tu que tienes experiencia en estas cosas, ¿te puedo confiar un secreto?
LOLA: ¡Dolores es una tumba! A ver, cuenta.
AMPARO: Es que… El ginecólogo me ha dicho que tengo la menopausia.
LOLA: (Da una palma) ¡Oh! Ah, jajajaja, la Amparo menopaúsica jaja. Un momento… ¡¡¿Cómo que yo tengo experiencia en esto?!! ¡Perdona que te diga pero mi útero es un cerezo en flor!
AMPARO: Sí, pues lleva cuidado porque como te descuides se te marchita.
LOLA: ¡Uy! Bueno, ¿qué quieres que te diga? Estás menopáusica pues muy bien por ti.
AMPARO: Que estoy fatal y Jesús se ha enfadado conmigo, se me ha escapado que no llegué virgen al matrimonio y vamos que… la he liado parda, hablando mal y pronto. Y es que últimamente no lo soporto no me ayuda a nada, no sé qué puedo hacer…
LOLA: ¿Pero tú que eras? ¿Una guarrilla de esas? Ya entiendo por qué tu hija ha salido tan puta.
AMPARO: ¡¿Me vas a ayudar o no me vas a ayudar?!
LOLA: ¡Ay venga pesada vamos al Eureka!


En casa de los alquilados, Marta bajó las escaleras con una maleta.

MARTA: Chicos, os quiero contar una cosa.
SERGIO: ¿Ya no eres lesbiana?
MARTA: Los milagros no existen, lo siento. Es otra cosa, me voy, Sonia me ha puesto una orden de alejamiento.
ROCÍO: ¡Oh! ¿¡Qué?! ¿Pero cómo te puede haber puesto una orden de alejamiento? La tiraste a la piscina, la intentaste ahogar, la acosas, la… pues no tiene motivos… Bueno, sí, si tiene…
MARTA: Aquí he pasado grandes momentos a vuestro lado, os voy a echar mucho de menos, sois mis mejores amigos.
SERGIO: Como que solo nos tienes a nosotros.
MARTA: Ya, pero bueno…
CARLOS: ¿Y a dónde vas a ir ahora? Tu otro casero te echó.
MARTA: Me iré a la deriva, buscaré un sucio hostal de carretera y tendré que vender mi cuerpo para sacarme algunas perrillas para poder pagar el hostal.
ROCÍO: Pero si tu odias los falos…
MARTA: Prostituta lesbiana, yo no soy ninguna fulana. (Abre la puerta) Adiós…

Marta abre la puerta de casa y se encuentra con Sonia.

SONIA: ¡Aaaaaaaaaaaaah! ¡Atrás!
MARTA: Sonia, ¿por qué me has hecho esto? Yo te amo.
ROCÍO: Soni, tu eres mi amiga, te respeto y te comprendo pero te has pasado con Marta.
SONIA: ¿Qué me he pasado? ¡Pero si es una loca! ¡Está fatal de la cabeza debería ir a algún manicomio para que la curen!
MARTA: Me duele, Sonia perdóname.
SONIA: ¡¿A que llamo a la guardia civil?!
MARTA: ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! (Baja corriendo las escaleras).
CARLOS: Pobrecilla.
ROCÍO: Bueno, bueno, vosotros meteros para adentro que voy a hablar con mi Sonia.
SERGIO: Sí, pero tú a mí no me mandas. (Se mete a casa).

ROCÍO: Sonia, ay, tengo que contarte una cosa muy muy muy fuerte.
SONIA: A mí no me marees con tus rollos ¿eh?
ROCÍO: ¡Que he tenido un sueño erótico con tu padre!
SONIA: ¡Que no me marees con tus tonte…! ¡Oh! ¿Con mi padre? ¡Qué fuerte! ¿Te mola? Pero si te sacará treinta años, ¡podría ser hasta tu abuelo!
ROCÍO: Oye no te cachondees que lo estoy pasando muy mal, ¿eh? ¡Qué estoy muy sulfurada!
SONIA: ¿Y por qué no le pides salir? Jajajajajaja, ¡agrégale al feisbuk! ¿O es que tienes miedo de romper una relación?
ROCÍO: Muchas gracias, Sonia, eres de gran ayuda. 
SONIA: Oye que no te enfades si es de lo más normal, si yo también he tenido fantasías sexuales con un hombre maduro.
ROCÍO: ¿En serio?
SONIA: No, jajajajajajajaja.
ROCÍO: ¡Vete a la mierda! (Entra a casa y cierra la puerta).

Jesús en ese mismo momento estaba asomado a la mirilla de su puerta.

JESÚS: Virgen del verbo dulce de María…



Lola y Amparo estaban sentadas en una mesa del bar, tomándose un café u hablando.

LOLA: Tú lo que tienes que hacer es plantarte frente a Jesús con un pedazo de escote y le dices: Este cuerpo es tuyo.
AMPARO: Uy yo escotes, no, no. Eso es de guarras.
LOLA: Amparo, querida, a veces en esta vida hay que ser un poco guarra. Yo de ti dejaría a esa uva pasa que tienes por marido y me iba a la puerta de una universidad a ligar, esos tíos sí que están buenos.
AMPARO: Lola, no todas somos tan putas como tú.
LOLA: ¡Pero bueno! ¡Encima de que te ayudo! Pues ahora recuperas a tu Jesús tú solita. ¡Pues sí hombre!
AMPARO: Que nooo, si es la menopausia que me tiene muy a la defensiva.
LOLA: Uy, sí, es verdad se me olvidaba que tenías esa enfermedad.
AMPARO: Perdona pero la menopausia no es ninguna enfermedad… Ya te llegará a ti, ya.
LOLA: Bueno, ¿le vas a pedir perdón o qué?
AMPARO: Que remedio… ¡Ale venga! Vámonos.
LOLA: Espeeera que no me tome el croissant, que yo tengo que comer tranquila y sentada.

Carlos y Sergio estaban en la barra del bar y lo habían escuchado todo.

CARLOS: ¿Y desde cuando tu madre y Amparo son amigas?
SERGIO: No, si está claro que Dios las cría y ellas se juntan.

En ese mismo instante Jesús entró al bar.

JESÚS: ¡Ey! ¿Qué tal? Esto como siempre vacío ¿eh?
CARLOS: ¿Vienes a tomar algo o decir lo vacío que está el bar?
JESÚS: Tú te callas invertido.
SERGIO: Oye, tu mujer acaba de salir hace un momento por la puerta, ¿cómo es que no os habéis encontrado?
JESÚS: La he visto salir y me he escondido.
CARLOS: Uy, pues eso está muy feo Jesusito, ¿no es pecado?
JESÚS: (Lanza una mirada asesina a Carlos). Es que no la soporto, lleva unos días que está insoportable, no sé qué le pasa.
SERGIO: A parte de que ella siempre es insoportable, es lo que tiene la menopausia.
JESÚS: ¿¡Qué Amparo está menopaúsica!?
CARLOS: Como lo oyes, yo de ti la dejaría y me iba a con otra, o con otro, jaja, ¿quién sabe?
JESÚS: ¡No me marees engendro del mal!
SERGIO: Fíjate tú que Carlos no es santo de mi devoción pero el chico tiene razón, yo me dejaría de Amparos y me iba con otra más joven. Cuando una mujer le entra menopausia ya ni es mujer ni es nada.
JESÚS: ¿Y tú que vas a saber si no te has casado?
SERGIO: No sé, cosas de la vida.
JESÚS: Lo cierto es que tendría vía libre con una jovencita.
CARLOS: Pues aprovecha esa oportunidad, a lo mejor es un mensaje de Dios.
JESÚS: Oye, pues no lo había pensado. Muchas gracias, ya lo tengo todo claro, me voy.
SERGIO: ¿Pero no te vas a tomar nada?
JESÚS: No, no hay tiempo que perder, tengo que seducir a Rocío. (Se va).

Carlos y Sergio se quedan alucinados.

SERGIO: ¿Es mi imaginación o ha dicho Rocío?
CARLOS: No, no, ha dicho Rocío. ¡Qué fuerte! ¡Le hemos inducido a dejar a Amparo y se va a por Rocío!
SERGIO: ¡Pues yo eso no me lo pierdo vamos!
CARLOS: ¿Pero vamos a dejar el bar solo?
SERGIO: ¡Va! Si no entra nadie…
CARLOS: Pues también es verdad.



Después de salir del bar, Jesús se dirigió a casa de los alquilados, llamó al timbre y abrió Rocío.

JESÚS: Hola Rocío, guapa, ¿tienes azúcar?
ROCÍO: Á…ázucar… umm… ¿blanca o morena?
JESÚS: Morenas, me gustan morenas.
ROCÍO: Oh, ah, jeje, pues a ver si tengo…

Jesús pasó al salón y Rocío se fue a la cocina.

JESÚS: Cuanto polvo tiene esta leja de la derecha ¿no?
ROCÍO: ¡Oh! ¡¿Qué me has dicho?!
JESÚS: Nada, nada… Oye, ¿qué haces esta noche?
ROCÍO: Pues dormir, como todas las noches… ¡Oh! ¿Me estás tirando los tejos?
JESÚS: Hombre, si lo quieres llamar así. Rocío lo sé todo, sé que me deseas, consumamos nuestro amor en el sofá.
ROCÍO: ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! ¡SOCORRO! ¡SOCORRO! ¡Para que llamo al Roni y te hace la corbata colombiana!
JESÚS: Yo soy más de pajarita, pero me va bien. (Abraza a Rocío).
ROCÍO: ¡Quitaaaa! ¡Fueraaa!

En el rellano Amparo y Lola oyeron unos gritos.

AMPARO: ¿Ese es mi Jesús?
LOLA: ¡Uy! Está en mi casa vamos.

En casa de los alquilados, Jesús seguía cortejando a Rocío.

ROCÍO: ¡Socorro!
JESÚS: ¡Ven aquí!
AMPARO: ¡JESÚS!
ROCÍO: Aaaaah (Se va hacia Lola y Amparo).
AMPARO: ¿Alguien me puede explicar que está pasando aquí?
ROCÍO: ¡Me estaba tirando los tejos!
JESÚS: Que no, que le estaba pidiendo azúcar.
ROCÍO: ¡Qué mentiroso! Pero si me ha dicho que si me echaba no sé cuántos polvos me ponía derecha.
JESÚS: ¡He dicho que cuanto polvo tenía esa leja de la derecha!
ROCÍO: ¡Oh sí! Ahora maquilla tus palabras.
LOLA: ¡Oy que fuerte! El puritano se ha despendolado jajaja.
AMPARO: Jesús, ¿cómo has podido hacerme esto? ¡Venía a pedirte perdón!
JESÚS: Lo siento Amparo, no sé qué me ha podido pasar, perdóname.
AMPARO: (Le arrea un guantazo a Jesús). ¡Ahora no hay perdón que valga! ¡Fuera de mi casa!
ROCÍO: ¡Eso! ¡Por pervertido!
JESÚS: Pero espera Amparo, lo podemos arreglar.
AMPARO: ¡No hay nada que arreglar! ¡Nuestro amor murió! ¡Ya nada nos une! A parte de una hija y un nieto, tú y yo nada tenemos en común.

Amparo y Jesús se dirigieron al Ático A, en ese mismo momento subieron Carlos y Sergio.

SERGIO: ¿Qué pasa aquí?
LOLA: ¡Hijo! Que Amparo y Jesús se separan.
SERGIO: ¡Mierda! Ya nos hemos perdido como Jesús intentaba ligarse a Rocío.
ROCÍO: ¡¿Cómo?! ¿Qué vosotros lo sabíais? Que mala gente que sois… Es que yo no sé para qué le cuento nada a la Sonia con lo bocazas que es…
CARLOS: Pues yo me siento mal, entre todos hemos provocado esta ruptura.
LOLA: ¿Cómo?
SERGIO: Le hemos dicho a Jesús que dejara a Amparo y se fuera con una muchacha más joven.
LOLA: Entonces la culpa la tienes tú no yo.
ROCÍO: Muy bonito ¿eh? ¡Muy bonito! ¿Y para qué le decís eso? ¡Hemos roto una pareja!
LOLA: ¡Va! A mí eso no me importa, yo sigo con mi vida.
SERGIO: Mamá, que poco corazón que tienes.
LOLA: Ya, el poco corazón que tenía se lo llevó mi Calvin aaaaaaaaaay (llora dramáticamente).


Calvin y Eduardo estaban en el despacho.

EDUARDO: Ya está todo solucionado. Abandoné el coche por un barrio marginal con las llaves puestas, no hay quien lo encuentre.
CALVIN: Gracias a dios… ¿Cabe alguna posibilidad de que la policía encuentre mi coche?
EDUARDO: ¡Que va! Los gitanos ya lo habrán cogido, lo harán pedazos y lo venderán en la chatarra, ya no hay de qué preocuparse.
CALVIN: Dios mío, menos mal, se llega a enterar la policía de que fui yo quien atropelló a Rocío y me da algo.
EDUARDO: Tú lo que tienes que hacer es pasarte de vez en cuando por su casa, para que no sospechen y esas cosas. Por cierto, la policía vino a hacer una entrevista a los que trabajábamos aquí por si vimos algo, si te entrevistan a ti, di que no viste nada.
CALVIN: Está bien.
EDUARDO: Muy pronto te encomendaré un plan, que tienes que llevarlo a cabo a la perfección.
CALVIN: ¿Qué plan?
EDUARDO: Bueno, ya eres una estrella, sin embargo aún no tienes casa ni nada… Ese será tu primer objetivo, conseguir una casa.
CALVIN: ¿Me compraré una nueva?
EDUARDO: No, te comprarás la de tus amigos los alquilados.
CALVIN: ¿Qué? ¿Cómo? No les puedo hacer eso, son mis amigos.
EDUARDO: Ellos te abandonaron y te echaron a la calle.
CALVIN: ¿Pero por qué su casa? ¡Hay millones de casas! ¿Por qué esa?
EDUARDO: Calvin, yo soy tu maestro, tienes que hacerme caso, algún día lo entenderás todo.



En casa de los alquilados, ellos seguían de lo más normal. Rocío iba con toallas para dejarlas en el cuarto de baño y en ese mismo instante Sergio salió de él y se tropezaron. Las toallas cayeron al suelo y Sergio ayudó a Rocío.

SERGIO: ¡Uy lo siento! ¡Qué torpe!
ROCÍO: No, no, si la culpa ha sido mía por no mirar.
SERGIO: Oye, ¿te das cuenta que esta es la típica escena de una serie juvenil en la que dos estudiantes se chocan, se le caen los libros a la chica, los don recogen los libros y se besan? Jaja, y ya ves tú que tontería, besarte yo, ¿a ti? Jaja, quita, quita.
ROCÍO: ¡Oh! Si jeje (Sonríe nerviosamente). Qué tontería besarnos tú y yo… (Se levanta).
SERGIO: Oye, ¿es verdad que le sigo gustando a Sonia? Es que el otro día Marta me amenazó para que me alejara de ella pero como ya no está tengo vía libre.
ROCÍO: ¡Uy no! Que va, bueno, gustarle le gustas, pero ya sabes tú como es ella que un día le gusta uno un día otro… ¡Si hasta se lió con Carlos!
SERGIO: Oh, sí, es verdad. Es una arpía… Pero bueno, yo iré a por ella a ver qué pasa… (Se va y baja las escalaras).
ROCÍO: Vaya por dios… El Tony, El Rony, el Richy, El Ricky y ahora El Sergy, no aprenderé, no.

Carlos estaba en la habitación y escucho a Rocío.

CARLOS: ¡Qué fuerte! ¿Te gusta Sergio?
ROCÍO: ¡¿Pero que dices?!
CARLOS: ¡Qué fuerteee! ¡Te gusta Sergio! (Baja las escaleras).
ROCÍO: ¡Pero cállate no lo grites!

Amparo y Jesús estaban en casa, Amparo estaba tirando sus cosas al suelo.

AMPARO: ¡Y el rosario te lo metes por dónde te quepa! ¡Y la cadena que me regalaste se la regalas a la primera guarra que te encuentres por el camino! Y el evangelio firmado por Monseñor Rouco Varela…
JESÚS: ¡No por favor! Mi evangelio firmado por Monseñor Rouco Varela ¡No!
AMPARO: Vale, no te preocupes, no lo tiraré al suelo. ¡Lo tiraré por la ventana! (Lo tira por la ventana).
JESÚS: ¡Noooooooooooooooooo! ¡Mi evangelio! Era lo más importante que tenía.
AMPARO: Ah, o sea que un simple evangelio es lo más importante que tenías ¿no? ¡Pues a la puta calle! ¡Y tú hijo también! A ver a quién se lo colocas ahora.
JESÚS: Amparo, yo no te conozco.
AMPARO: Pues mejor. ¡Adiós! (Empuja a Moisés y a Jesús al rellano y cierra la puerta).
SONIA: Mamá, ¿no crees que te estás pasando un poco?
AMPARO: No, tiene lo que se merece, tú no te preocupes hija, no caigas en otra depresión que yo te ayudo a superar este mal trago.
SONIA: No si a mí me da igual que te vuelvas a separar, ya ves tú a mí lo que me importa…

En el rellano, Jesús y Moisés estaban con las maletas.

MOISÉS: Ya te dije yo que esa es una malvada bruja y no me equivoqué. 
JESÚS: Yo la quiero…
MOISÉS: Bueno, ¿y ahora a dónde vamos?
JESÚS: Pues no sé… ¡Oh! ¡Ya sé! ¿No han destrozado mi matrimonio? ¡Pues ahora que apechuguen!

Jesús y Moisés se dirigieron al Ático B y llamaron a la puerta, Sergio les abrió.

SERGIO: ¿Queréis algo?
JESÚS: Sí, una habitación para dos personas, buenas noches.
SERGIO: ¿Perdón?


En la profundidad de la noche sobre un espeso barrio marginal andaba Marta.

MARTA: Mírate Martita como has acabado, llevas andando todo el día y has acabado en este barrio espeluznante lleno de gentuza… Y no tienes dónde caerte muerta, y eso que lo único malo que has hecho ha sido amar, amar a la persona equivocada… Tendré que pasar página. ¿Y si duermo en la clínica? No, seguro que con lo gafe que soy me vuelvo a encontrar a mi Sonia, jo…

Marta andaba por un parque y se encontró un coche aparcado con las llaves puestas.

MARTA: ¡Anda mira! ¡Y parece cómodo y todo! Pues mira, no me puedo quejar, dormiré bajo un techo.

Marta cogió las llaves del coche, lo abrió y se acostó en los asientos traseros. No sabemos si fue por obra del destino o simplemente por pura casualidad, pero sí, Marta pasó la noche en el mismo coche con el que Calvin atropelló a Rocío.

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los alKilados
Capítulo 44: 'Así fue un viaje místico''
22/06/2012 - 22:10

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