19 de agosto de 2012

postheadericon Capítulo 4x14





Rocío se vistió y cargada de irá salió de la suite hacia los pasillos del barco.

ROCÍO: ¡¿DÓNDE ESTÁS MALNACIDO?! ¡¿Dónde estás?!

La gente se quedó mirando atónita a Rocío.

SERGIO: ¡Rocío vuelve! No lo vas a encontrar aquí, hay mucha gente.
ROCÍO: Seguro que se está camelando a una para luego la atropellarle como me hizo a mí ¡CALVIN!
SERGIO: Rocío, por favor tranquilízate, duerme y mañana hablas con él tranquilamente.
ROCÍO: No, no voy a parar hasta encontrarlo. (Se va corriendo).
SERGIO: Anda qué… ¡Me río yo de los peces de colores! ¿No podía haber llamado la policía en otro momento? ¡No! Va y llama cuando voy a echar un polvo, yo es que me cago en todo, vaya justicia la de este país…


Mientras Sergio y Rocío buscaban a Calvin, el susodicho entró a la suite y se encontró con el móvil de Rocío tirado en el suelo, lo cogió y vio que tenía un mensaje de voz.

CALVIN: A ver qué dice…
MENSAJE DE VOZ: ¿Rocío? Parece que se ha cortado. Bueno, usted relájese que nosotros ya tomares medidas legales contra la persona que te atropelló, contra Calvin Klein, hasta más ver.
CALVIN: No puede ser… ¿Cómo me han descubierto?

Calvin cogió el móvil de Roció, borró el mensaje y allí se dispuso a llamar a Eduardo.

EDUARDO: ¿Qué coño haces llamándome a estas horas?
CALVIN: ¡La pregunta es qué coño haces tú! ¡Dijiste que no iban a pillar el coche! ¡Lo dijiste!
EDUARDO: Y así es, ¿algún problema?
CALVIN: ¿¡Algún problema!? ¡Nos han descubierto! ¡Han descubierto el coche con el que atropellé a Rocío! Voy a ir a la cárcel.
EDUARDO: No te alarmes Calvin, yo te conseguiré un buen abogado, pero ahora, lo que tienes que hacer es concentrarte, recuerda que estás en ese barco para cumplir una misión, tienes que conseguir que Amparo te venda la casa.
CALVIN: ¡No pienso hacer nada!
EDUARDO: ¡Calvin hazlo por la cuenta que te trae! ¡HAZLO! ¡Emborráchala y que te firme el contrato! (Cuelga) ¡Maldita sea!

Calvin se fue sigiloso de aquella habitación…


Un nuevo día amaneció sobre las cristalinas aguas del Mar Mediterráneo, Lola estaba desayunando en la cafetería con su novio Marcos.

LOLA: No sé para qué me pides a mí una tostada con aceite y tomate sabiendo que a mí me gusta para desayunar una buena loncha de bacon y dos huevos fritos de toda la vida.
MARCOS: Lo siento, no me había percatado de esos gustos tuyos.
LOLA: ¡OH! ¡No tolero por nada en el mundo que se me desprecie de esta manera!
MARCOS: Pero si yo no te he despreciado de ninguna manera.
LOLA: ¿¡Cómo que no!? ¿Y encima mentiroso? Has dicho esos gustos tuyos en tono desprecinte y claramente para hundirme y hacerme daño.
MARCOS: Pues perdóname, no quise decirlo en ese tono.
LOLA: Bueno, pídeme dos huevos fritos y se me pasa. Ah, y a ver cuándo consumamos nuestro amor que yo tengo ganas.
MARCOS: A mí me gusta ir poco a poco.
LOLA: ¡¡¿POCO A POCO?!! ¡Oh! Que romántico… ¡Pide ya esos huevos fritos coño!


En la piscina, Carlos estaba tomando el sol.

CARLOS: ¡Qué gusto y qué paz! ¡Y qué raro todo! ¿Dónde están Marta, Calvin, Rocío, Sergio y Lola? Ay bueno, voy a aprovechar estos minutos de gloria.
ROCÍO: ¡Carlos!
CARLOS: ¡Joder que poco dura la gloria!
SERGIO: ¿Quién es Gloria? ¿No eras gay?
CARLOS: Ay niño, a veces me pregunto si eres tonto o te lo haces. A ver, ¿qué queréis?
ROCÍO: ¿Has visto a Calvin?
CARLOS: No, ¿por?
ROCÍO: Ayer me llamó la policía y resulta que fue él quien me atropelló, ¡él! ¡Se va a enterar ese mal nacido de quien es la Rocy! Conmigo no se juega, ¡no se juega! Le pienso cortar todos sus apéndices ¡Los haré en estofado y se lo comerá la madre de Sergio!
SERGIO: Pues ni se te ocurra echarle alubias que se tira una semana tirándose pedos ¿eh?
CARLOS: Pues no me esperaba esto de Calvin, la verdad.
ROCÍO: Bueno, pues vamos a seguir buscando, si lo ves me avisas, ¿vale?
CARLOS: Vale.

En ese momento apareció Marta.

MARTA: ¡Rocío amiga guapa y querida! Tienes que ayudarme a conseguir a Sonia.
ROCÍO: Huy no, bastante tengo yo ya con lo que tengo, ¡ya eres mayorcita para sacarte tú sola las castañas del fuego!
SERGIO: ¡No jodas que venden castañas en este barco! ¡Yo quiero!
ROCÍO: ¡Sergio estás muy pesado hoy! ¿Eh? ¡Vamos que se nos escapa el hijo de la Gran Bretaña este!
SERGIO: ¿Pero tú sabe dónde está Gran Bretaña?
ROCÍO: Por Gibraltar, ¿no?

Marta se acercó a Carlos y se sentó en una tumbona.

MARTA: ¿Por qué la vida es tan cruel? Es que yo no lo entiendo de verdad… ¿Por qué no puedo ser feliz? ¿Por qué no puedo encontrar el amor? Hay millones de chicas bolleras por el mundo y voy y me enamoro de la que no es, pues es que la verdad es que yo soy gafe. Carlos, ¿qué puedo hacer? ¿Carlos?
CARLOS: ¡Uy me ha picado un mosquito! ¡Puto mosquito de las narices! (Echa insecticida).
MARTA: ¿Me estás escuchando?
CARLOS: ¿Eh? Ah, sí, yo también ando preocupado por el agujero de la capa de ozono, cada día más grande oye…
MARTA: ¿¡Qué dices!?
CARLOS: ¡Ay yo que sé si no te estaba escuchando! Yo estoy a lo mío, con mis gafas de sol, mi crema protectora y mi Manhattan, ay el alcohol, perfecto para aliviar penas y hacer locuras.
MARTA: ¡Claro! ¡Menuda idea que me has dado! Voy a emborrachar a Sonia y ya será mía para siempre. ¡Gracias Carlos por la idea! (Se va).
CARLOS: Por fin, que pesada. (Se le huela el sombrero) ¡Aalaaaa! (Se levanta).
NATALIA: (Lo coge) ¿Es tuyo?
CARLOS: Sí, muchas gra… … ¿Natalia?
NATALIA: ¿Carlos?
CARLOS: Adiós.
NATALIA: ¡Ven aquí hijo de puta por qué tú y yo tenemos una conversación pendiente!
CARLOS: No, no, ya todo quedó claro. (Se choca con un hombre).
ROQUE: ¡Pero bueno! Lleva cuidado, estos jóvenes de hoy en día que no miran a dónde van…
CARLOS: Lleva cuidado tú no te jode…
ROQUE: ¡Huy mi niña! Natalia, querida, ¿de qué conoces a este muchacho?
NATALIA: Es… es… mi… ¡mi novio! Papá, te presento a David.
ROQUE: Con que tú eres David el famoso novio de mi hija, ¡pues ya está bien de que nos conociéramos!
CARLOS: No, pero es que creo que ha habido una confusión.
NATALIA: Ay, jaja que chistoso que es mi novio. (Le da un beso a Carlos) Lo quiero mucho, es el hombre de mi vida.
CARLOS: Sí, jeje, Natalia cariño, ¿quieres venir un momento?
NATALIA: Sí.

Natalia y Carlos se alejan un poco de Roque.

CARLOS: ¡¿Se puede saber qué coño estás haciendo?! ¿Por qué le has dicho a tu padre que yo soy tu novio?
NATALIA: Pues porque me lo has puesto a huevo, mi verdadero novio es todo un macarra y mi padre lo sabe y por eso no me deja salir, yo no quiero presentárselo claro está, y como no quiero presentárselo pues no para de incordiar y no me deja ni respirar, así que tú te haces pasar por mi novio, cortamos delante de él y a mí ya me deja tranquila. ¿Qué te parece?
CARLOS: Que te busques a otro que yo soy homosexual lo siento.
NATALIA: Solo tendrías que fingir ser heterosexual, por favor, por favor te lo pido. Me debes una…
CARLOS: Bueno, vale, está bien, a mí me gusta la aventura, aunque te advierto que a mí ser hetero se me da fatal.
NATALIA: Tú déjamelo todo a mí.
ROQUE: ¿Os ocurre algo?
CARLOS: No, nada. Natalia y yo estamos súper enamorados.
ROQUE: Oye, ¿y se puede saber quiénes son tus padres?

De repente apareció Lola.

LOLA: ¡Carlos! ¿Llevas un euro suelto? Es para comprarme un helado.
ROQUE: Eh… ¡Ella es mi madre!
LOLA: ¿Cómo?
CARLOS: Ay mamá, cariño, que cabeza que tienes, siempre se te olvida salir con el monedero (le guiña el ojo).
LOLA: Oy sí, sí, tengo un despiste encima que no puedo con él, será la edad, digo yo…
ROQUE: Pues se me ha ocurrido una gran idea, ¿qué os parece si vais dentro de un rato a nuestro camarote y comemos juntos en familia?
LOLA: ¿Qué habrá de comer?
ROQUE: Albóndigas y pollo asado.
LOLA: ¡Me apunto! ¡Los muslos para mí!
ROQUE: Bueno, pues allí nos vemos… (Se va).
LOLA: Carlos, no me gusta gritarte pero… ¡¿SE PUEDE SABER QUÉ COÑO ES ESTO?!
CARLOS: Pues que resulta que Natalia tiene que hacerle creer que va a cortar con su novio para dejarle en paz.
NATALIA: Así que esta tarde vamos, comemos, yo le armo un pollo a Carlos, lo dejamos y ya me deja tranquila.
LOLA: Ah, pues no, yo me niego categóricamente a ir a esa comida de familia sin sentido.
CARLOS: Pero si te has comprometido…
LOLA: Ya pero bueno, yo no pienso hacer el ridículo.
CARLOS: Si vienes te compro un cordero para ti solita.
LOLA: Que sean dos.


En la zona de las suites, Calvin estaba al acecho de la suite de Amparo y cuando Jesús salió de ella, él llamó a la puerta con una bolsa de alcohol.

AMPARO: ¡¿Qué habéis roto ahora?! Ah no, que yo no soy dueña de vuestras suites, jaja, acostumbrada a vuestra casa… Bueno, pues, ¿qué tripa se te ha roto?
CALVIN: (Saca unas copas) ¿Qué te parece si nos tomamos unas copillas de cava para celebrar esto?
AMPARO: ¿El qué?
CALVIN: El… el… el que soy padre, voy a tener un hijo.
AMPARO: ¿¡Qué vas a ser padre!? ¿Tú? ¡Ja! No me lo creo. ¿Y sin casarte ni nada? Anda, anda, pasa antes de que te vea Jesús. El cava es Ana de Codorniu ¿no?
CALVIN: Claro, jeje.


Marta iba saltando y cantando por los pasillos del barco y se encuentra con Sonia.

MARTA: ¡Hola Soniuqui querida! ¿Qué tal? Estás mucho más guapa, el crucero te está sentando genial.
SONIA: Pues tú estás igual, no cambias. Por cierto, ¿fuiste tú la que me mandó la poesía?
MARTA: ¿Yo? No, habrá sido algún desarmado. Oye Sonia, estoy haciendo una encuesta muy muy cuqui, ¿te la hago?
SONIA: Pues hombre si se puede evitar, no, gracias.
MARTA: ¡Ay que picarona que eres! Venga te digo una pregunta, tú cuando eras puta… huy, no, jeje, ¿cómo decirlo de otra manera para que no te hiera? ¡Oh! Ya sé, ¿tú cuando estabas más abierta de piernas que es lo que más te gustaba?
SONIA: Pues hombre, yo creo que no hace falta ni contestar a esa pregunta.
MARTA: Ya pero aparte de los penes… ¿qué era lo que más te gustaba?
SONIA: Pues no sé, con mis amigas me iba de botellón y me lo pasaba de miedo…
MARTA: (Le enseña botellas de alcohol) ¡Pues nos vamos de botellón!
SONIA: ¿A la una del mediodía botellón? ¡Me apunto!


Mientras tanto. En la suite de los chicos, Lola, Carlos y Natalia estaban esperando a Roque.

LOLA: Recuerda que me tienes que comprar los dos corderos, ¿eh?
CARLOS: Que sí pesada, pero compórtate.
LOLA: Yo improviso, ya veréis, voy a darle matices a mi personaje, esto me va a servir para relanzar mi carrera como actriz.
CARLOS: ¿Otro como Calvin?
NATALIA: ¡Ya viene ya viene!

Roque entró a la suite con unas bolsas.

ROQUE: Aquí traigo las albóndigas y el pollo recién hechos.
LOLA: ¿Y de qué son las albóndigas?
ROQUE: Pues de ternera.
LOLA: ¡Ay de ternera! ¡De ternera! (Se sienta en la silla y empieza a llorar dramáticamente). ¿¡Cómo has traído las albóndigas de ternera!? Mi marido murió por comerse una ternera, ¡la enfermedad de las vacas locas!
ROQUE: ¿Y qué tiene que ver las vacas locas con la ternera?
LOLA: ¡Pues hijo lo mismo da que da lo mismo! Son animales, comen lo mismo, beben lo mismo, tienen la misma enfermedad. ¡Odio que me cuestionen cada cosa que digo!
ROQUE: Perdón…

NATALIA: ¿Qué está haciendo esta mujer?
CARLOS: Déjala, pobrecilla, está viviendo su momento. (Llega a la mesa) Venga pues a comer.

Minutos después la supuesta familia está comiendo.

LOLA: Y entonces el toro envistió a mi queridísimo hermano clavó su cuerno en toda la ingle de mi queridísimo hermano y murió desangrado. ¡Un desastre! ¡Un desastre! Mi vida es un drama.
ROQUE: Pues sí, pareces la familiar muerte.
LOLA: ¿Tan fea soy que parezco una muerta?
ROQUE: ¿Perdón?
NATALIA: Eh, no, déjala, es que mi suegra es muy chistosa, jeje.
ROQUE: Bueno, y ahora vamos a hablar de vosotros, ¿cómo os conocisteis? Natalia me ha hablado muy poco de ti, aparte de ser un macarra no sé nada.
CARLOS: Pues… Estábamos en el botellón y fue con mi vasico de tubo y dije: ¿me lo llenas? Y ella me contestó: vale, tengo el depósito lleno. Y claro, con ese juego de palabras, pues la conquisté y nos lo hicimos esa misma noche en el coche. Je je.
ROQUE: ¡Cielo santo!
NATALIA: Es que nos queremos mucho.
LOLA: Huy sí, (comiendo pollo), se nota.

De repente, Sergio entró de golpe en la suite.

SERGIO: ¡Mamá! ¡No encontramos a Calvin por ningún lado! Tú lo tienes vigilado, lo sigues amando, ¿dónde es…está? ¿Es pollo? ¡Ala mamá que rico! ¿Y está gente?
LOLA: ¡Endé!
ROQUE: ¿Y éste quién es? ¿Tienes otro hijo?
LOLA: ¡No!
CARLOS: ¡Sí!
LOLA: ¡Sí!
CARLOS: ¡No!
SERGIO: No entiendo nada…
LOLA: Es… es mi hermano, que le han quedado secuelas después de que le envistiera el toro en los San Fermines.
ROQUE: ¿Pero no murió?
LOLA: ¡Oh! Claro, eso nos hicieron creer los del hospital porque querían quedarse con su cuerpo para el tráfico de órganos y esas cosas, pero al final lo recuperamos. Un drama…
NATALIA: (Al oído de Carlos) ¿Y no era más fácil decirle que tenía otro hijo?
SERGIO: Mamá, ¿y yo cuando he ido a los San Fermines?
NATALIA: Mira Lola, da igual, déjalo, no vamos a estar fingiendo una cosa que no es.
LOLA: ¡Pues entonces me voy, coño! ¡Lástima de tiempo perdido! Me voy, ya os apañáis vosotros solos, por cierto, el pollo riquísimo, una obra de arte, maravilloso, luego me paso y me llevo las albóndigas en un tupperware. (Se va).
SERGIO: Bueno, pues yo también me voy que aquí huele un poco a chamusquina. (Se va).
ROQUE: ¿Me podéis explicar que está pasando aquí? 
NATALIA: Pues mira papá, es que pensé en que conociendo a David, que no se llama David, que se llama Carlos, me dejarías un poco en paz. Teníamos planeado pelearnos delante de ti para que así supieras que ya no salgo con ese macarra y poder disfrutar de la vida sola, sin que me atosigues.
ROQUE: ¿Entonces? ¿Tú no eres su novio?
CARLOS: Pues hombre, yo si tengo que ser el novio de alguien sería de ti que soy gay.
ROQUE: ¿Qué… qué eres gay?
NATALIA: ¡No! ¡Pero qué has hecho!
ROQUE: ¡Eres gaaaay! ¡Me voy ahora mismo a por la escopeta! (Se va).
CARLOS: ¿Pero a dónde va?
NATALIA: ¡A por la escopeta! ¿No lo has oído? Mi padre es homófobo-compulsivo odia a los homosexuales, fue a terapia y todo, ¡tienes que huir escóndete!
CARLOS: ¡¿Y dónde coño me escondo?! ¿Me tiro al mar?
NATALIA: ¡Escóndete que va a venir y te va a mataaaar!
CARLOS: ¡Aaaaaaaaaaaaah! (Se fue corriendo).


Mientras tanto en la suite de Sonia, ella estaba borracha.

SONIA: ¡Y entonces es cuando le dije! Mira Sama, yo no pienso vender más hamacas en Benidorm ¿capicci? Así que cogí mi maleta y me fui haciendo autostop de gasolinera en gasolinera, ¿me entiendes? ¡HIP!
MARTA: Uy, sí, sí, sí, te entiendo mucho, ahora vengo. 

Marta salió de la suite.

MARTA: A ver ahora dónde encuentro yo un cura… ¡Ah no! Un cura no que los curas no casan a matrimonios homosexuales. ¡Ah jajajajajajajaja mis planes se llevarán a cabo a la perfección me casaré con Sonia y ya nada podrá separarnos! (Ve a Marcos) ¡Marcos! ¿Tú eres concejal?
MARCOS: Eh… sí, ¿por?
MARTA: ¿Nos puedes casar a una chica y a mí? Será un momentito.
MARCOS: Vale, de hecho llevo encima unos papeles de matrimonio, tenía pensado hacer una locura en este crucero pero no, que ya soy muy mayor, aunque me conservo bien.
MARTA: ¡Pues venga! Ven a la suite ahora mismo.

Marcos y Marta entraron a la suite.

MARTA: ¡Sonia querida que nos vamos a casar!
SONIA: Pues yo la quiero sin cafeína porque se me sube a la cabeza y luego ya no puedo dormir.
MARCOS: ¿Qué dice? ¿Está borracha? No la puedo casar así.
MARTA: ¡Yo soy psicóloga y te digo que Sonia está en todas sus facultades mentales! ¡Ella está muy consciente!
SONIA: Sí, camarero, un mojito para la mesa de la derecha.
MARCOS: Bueno, pues vamos allá. Sonia Alonso, ¿quieres a Marta como tú esposa para amarla y respetarla?
SONIA: Sí, la de la pajita azul es mía.
MARCOS: Eh… bueno, Marta Sandoval, ¿quieres a Sonia como tú…?
MARTA: ¡Sí! ¡Quiero, quiero, quiero! ¡Quiero mucho!
MARCOS: Pues yo os declaro marida y muj… mujer y mu… ¡Unidas en matrimonio! Puedes besar a la novia.
MARTA: ¡Bieeeeeeeeeeeeeeeeeen!
SONIA: ¿Me ha tocao la lotería?
MARTA: ¡Ya te digo! Jajajajajajajajajajajajajajaja.


Sonia no era la única borracha del Oasis of the seas… En la suite de Amparo, Calvin estaba preparando su mezquino plan.

AMPARO: ¡Madre mía que pedo que llevo! No estaba tan mareada desde que fui a las rebajas. ¿Te he contado ya aquel día en el que Jesús me pidió matrimonio por primera vez? ¡Qué desparrame!
CALVIN: Sí hija, sí, ya me lo has contado y creo que unas cuatro veces, yo lo que quería decirte es que…
AMPARO: ¡Y tú no sabes la que me armó! Me recogió de mi casa, me vendó los ojos y me llevó a un bosque y yo muerta de miedo porque no veía nada de nada, entonces me quitó la venda de los ojos y me lo encontré arrodillado y con un anillo en la mano, ¿y sabes qué me pasó?
CALVIN: (Desesperado) ¿Qué…?
AMPARO: ¡Pues que me desmayé! ¡CLARO! ¡Llevaba todo el día sin comer! En fin, pues eso, un desparrame total.
CALVIN: Bueno, Amparo, como ya vamos teniendo una cierta confianza… ¿Por qué no me firmas este papel?
AMPARO: A pues claro, yo te firmo lo que sea, ¿Qué es? ¿Un papel en la que te ofrezco mi alma? Jajajaja.
CALVIN: No, un contrato.
AMPARO: Huy, pues como tengo mucho trato contigo pues te lo firmo, con trato, jajajajaja (Amparo firmó).
CALVN: Ya es mío, ale, adiós.
AMPARO: ¡Adiós bonico! Que culazo que tiene, ¡huy que estoy casada si me oye mi Jesusito me mata! 

Calvin salió con el contrato en la mano, el Ático B del Portón del Archiduque ya estaba a su nombre, salió a cubierta y llamó a Eduardo.


Mientras tanto, Rocío y Sergio seguían buscándolo.

SERGIO: Rocío, creo que deberíamos para de buscar y buscar, ayer toda la noche y hoy todo el día pues no es plan, yo tengo hambre, quiero comerme un perrito.
ROCÍO: ¿Qué es más importante? ¿Un perrito o que Calvin te haya atropellado? ¡Es un traidor! ¡A la Rocy nadie le traiciona!
SERGIO: Pero es que yo no sé de qué te quejas, te ha atropellado Calvin, sí, pero ¿y qué? ¡Que ahora te van a pagar un dineral de indemnización!
ROCÍO: Ostras pues no lo había pensado, ¡voy a ser mileurista! ¡Jajajaja!
SERGIO: ¿Lo ves?
ROCÍO: ¡Oh! ¡Chsss! Mira, ahí está Calvin, está hablando por teléfono.

Calvin estaba hablando por teléfono en cubierta cerca de Rocío y Sergio.

CALVIN: Eduardo, ya está todo hecho, misión cumplida, el Ático B, es mío, lo he comprado.
ROCÍO: ¡¡¿¿QUÉ?!!!

Calvin se quedó atónito y se le cayó el móvil al suelo después de saber que Rocío y Sergio habían escuchado lo que había dicho.

ROCÍO: ¿Eso que has dicho es cierto?
CALVIN: No… no, espera, os lo puedo explicar… Lo siento…
SERGIO: Yo es que no me he enterado muy bien porque estaba en otra cosa pero… ¿qué ha dicho?
ROCÍO: Que Calvin se va a quedar con nuestra casa, le ha comprado el ático a Amparo. ¿Por qué lo has hecho? ¡¿Qué te sucede Calvin?! ¡¿Primero me atropellas y luego me dejas sin casa?! ¡¿Por qué me atropellaste?! ¡¿Por qué compras nuestra casa?!
CALVIN: Lo siento he dicho.
ROCÍO: ¡No vale con un lo siento! ¡DAME ESE PAPEL AHORA MISMO!
CALVIN: ¡NOOO! ¡Déjame, no te lo pienso dar!

Calvin se dirigió hacia la barandilla del barco mientras era acorralado por Sergio y Rocío.

SERGIO: Calvin, por favor, dánoslo. ¡QUE NOS LO DES!
CALVIN: ¡He dicho que no! ¡Es mío! (Se subió a la barandilla del barco) Apartarse o me tiro.
SERGIO: ¡¿Pero qué haces?! ¡Bajate que te vas a matar!
ROCÍO: ¡Malditoooooooooooooooooooooo!

Rocío en un ataque de furia empujó a Calvin y cayó del barco.

CALVIN: ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!

Rocío y Sergio se asomaron al agua y no vieron ni rastro de él, todo apuntaba a que Calvin se había ahogado, Sergio y Rocío se miraron atónitos.

SERGIO: ¿Qué has hecho Rocío? Esto está muy alto, se ha llevado un gran golpe contra el agua, ¿ha muerto?
ROCÍO: ¡Dios mío! ¡Qué he hecho! Lo he… lo he matado…


Mientras tanto, Lola paseaba unas plantas más abajo del barco en busca de su querido.

LOLA: ¡A ver dónde se ha metido este concejalucho! Es que de verdad yo no sé ni para qué me enamoro… 

Lola siguió avanzando, y de repente se paró en seco, había visto fuera del barco, en un bote salvavidas, algo que le llamó la atención, entonces Lola se asomó vio a…

LOLA: ¡Calvin!

CALVIN: ¡Lola!
LOLA: ¿Pero qué haces en ese bote salvavidas? ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh Calvin que romántico! ¡Sí quiero si quiero!
CALVIN: ¿Qué haces?

Lola se subió a la barandilla y se tiró al bote salvavidas.

LOLA: ¡Fuguémonos juntos! Vivamos nuestro romance apartados de las entrañas de la humanidad. ¡Vámonos!
CALVIN: Pero… Sí, vámonos. (Se guardó la escritura del Ático B en el bolsillo del pantalón).

Y así Lola y Calvin se fugaron juntos en un bote salvavidas sin que nadie se enterara mientras que Rocío pensaba que Calvin estaba muerto por su culpa y Carlos huyendo de un psicópata homófobo. Pero eso no es todo, ¿Qué hay del matrimonio entre Sonia y Marta? ¿Y el Ático B? En el próximo capítulo… todos estarán en peligro, pero solo uno morirá.


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Capítulo 44: 'Así fue un viaje místico''
22/06/2012 - 22:10

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