Nuestros aventureros se dirigían ya hacía La India, pues Marcelo así lo había decidido, estaba dispuesto a combatir contra su padre para salvar el reino de Nélida. El cielo estaba despejado se presentaba una mañana tranquila, pero de repente dos barcos se acercaban al Piedra Esmeralda, uno venía del norte y el otro del sur.

Marcelo: ¡Estad alerta! ¡Nos van a atacar!

Petra: ¡Estamos preparados para cualquier ataque!

Nélida: Llevad cuidado…

Tripulantes de ambos barcos invadieron el barco de nuestros aventureros Petra y Marcelo desenvainaron sus espadas pero fue en vano… Los tripulantes de los otros barcos los iban a secuestrar.

Petra: ¡Soltarme miserables! ¡SOLTARME!

Marcelo: ¡¡¿Qué queréis?!!

Bandido: Yo nun querer nada yo hacer orden a min capitán.

Vito: ¿Y a estos quien les ha enseñado español?

Nélida: ¡Marcelo haz algo!

Ambos tripulantes soltaron unas redes y Petra, Nélida, César, Vito y Marcelo quedaron presos en ellas. Los bandidos del barco procedente del norte se llevaron presos a Marcelo y Petra. Los bandidos del barco procedente del sur se llevaron presos a Vito, César y Nélida y ambos barcos se dirigieron a una isla dejando abandonado en mitad del océano al buque Piedra Esmeralda.

El barco del norte desembarcó en la parte norte de la isla con Marcelo y Petra y se los llevaron a una gran cueva.

Bandido: Amasila gahadu Aquí los tienes capitán.

Kalén: ¿Vosoutros ser de las Españas?

Petra: No te pienso decir de dónde somos… ¡Devolvernos nuestro barco!

Kalén: Si vosoutros no hacerme caso yo mataros y se acabó.

Marcelo: Petra por favor, compórtate. Somos de España, sí, ¿algún problema?

Kalén: ¡¡Taramu y sa gailu!! ¡Malditos españoles! ¿Cómo vosoutros atrever a zarpar por nuestras aguas?

Marcelo: Nosotros no sabíamos que esas aguas estaban bajo vuestro dominio, lo sentimos.

Petra: Pues yo no lo siento (Enfadada).

Kalén: Bueno, no problema, vosoutres ser españoles y yo necesitar buenos soldados. Yo poneros en libertad si vosoutros a mí ayudar.

Petra: ¡¿Ayudar en qué?! 

Kalén: Hace años la isla que nosotros pisar ser dividida en dos. Isla Norte e Isla Sur. Las dos islas no querer conformarse con una sola mitad, por eso nosoutros luchar para invadir…

Petra: Marcelo, yo no me he enterado de nada… ¿Y tú?

Marcelo: Parece ser que hace tiempo esta isla fue dividida en dos. Isla Norte e Isla Sur. Sus dos gobernantes no se quieren quedar con solo una parte de esta isla, por eso tienen que luchar para conquistar la otra parte… ¿Me equivoco?

Kalén: Non, tu desirlo bien. Una ves al mes yo y mi contrincante Tanok luchar a muerta por la isla entera.

Marcelo: ¿Una vez al mes tú y el gobernante de Isla Sur lucháis a muerte? Entonces el que viva se quedara con la isla entera, ¿no?

Kalén: Si, pero por más que luchar nosotros, ninguno ganar la batalla. Por ello nosotros necesitar ayuda para ganar a Tanok.

Marcelo: Petra, nos quieren para derrotar al gobernante de la Isla Sur…

Petra: Yo a un hombre no le hago ningún favor…

Marcelo: ¡Petra! Si le ayudamos nos devolverá nuestro barco… Petra, tenemos que ayudarle, además se le ve buena persona…

Petra: Bueno, vale…

Marcelo: Kalén, le ayudaremos encantados.

Kalén: Mañana ser la batalla.

En la otra parte de la isla, Nélida, Vito y César estaban presos en una cueva.

Nélida: ¡Socorro! ¡Sáquenos de aquí! ¡Por favor! ¡Socorrooo!

César: Es inútil… nadie nos oye… ¿dónde estarán los demás?

Vito: Pues espero que ellos tampoco estén secuestrados… De lo contrario… ¡¡VAMOS A MORIR!!

Nélida: Vito, por dios, no seas tan alarmista… …Se oyen pasos…

Un hombre se acercaba a la cueva dónde estaban presos.

Tanok: ¡Hao! Yo ser Tanok, el gobernador de Isla Sur.

Tanok, era el gobernador de la Isla Sur, era la persona con la que tenía que luchar Kalén por el poder de la isla. Tanok le contó todo a los chicos, le contó sus luchas con Kalén y que si le ayudaban a vencerlo los pondría en libertad.

Nélida: ¡No! Me niego… ¿Por qué se soluciona todo con luchas y más luchas? ¿¡Porque no podéis llegar a un acuerdo!?

Tanok: ¿Un acuerdo? Yo no entender, ¡YO LUCHAR!

Vito: Yo lucharé contigo… ¡Le vamos a dar una buena a ese Kalén!

César: Yo no soy muy de luchar pero vamos… que si hay que luchar, se lucha…

Nélida: No contéis conmigo… yo no voy a luchar…

Vito: Que sensible que eres…

Nélida: ¿Sensible? ¡¡¿Tú visto a niños llorando por las guerras?!! ¡¿Has visto a familias enteras sin hogar por culpa de las malditas luchas?! Señoras que se han quedado sin sus maridos… o hijos sin padres… Tú no has visto eso Vito… Tú no sabes lo que es sufrir por una lucha absurda…

Vito: Lo siento…

Nélida: Luchad vosotros si queréis… pero yo me niego…

Tanok: Si tú no luchar, tú ser estorbo…

César: ¿Qué vas a hacerle?

Tanok le arrea un manotazo a Nélida.

Tanok: Tu no servirme. (Desenvaina la espada).

César: ¡Cuidado!

Nélida: Amenázame, mátame si quieres… ¡Pero no te voy a ayudar!

Tanok levanta la espada para cortarle el cuello a Nélida.

Vito: ¡Basta Tanok! ¡Basta! Si ella no quiere luchar que no luche, nosotros te ayudaremos…

Tanok: Si ella no luchar, ella no servir…

Tanok se dirige a Nélida y la encierra en unas rejas.

Tanok: Yo hacer trato, si nosotros ganar, yo liberar a la muchacha, si nosotros perder, yo matar.

César: Nélida…

Nélida: Por favor no lo hagáis… No luchéis por mí…

Vito: Nélida, no hay otra opción… (Mira Tanok) Trato hecho, no le defraudaremos.

A la noche Marcelo y Petra se estaban preparando para luchar contra Tanok.

Marcelo: ¿Sabes dónde pueden estar Nélida, César y Vito?

Petra: Pues no sé, pero cuando venzamos a esa sabandija nos iremos rápidos a buscarles… Tienen que estar en otra parte de esta isla…

Marcelo: Tenemos que vencer a Tanok, o estaremos aquí un mes…

Petra: ¿Un mes? Hasta que no venzamos a Tanok no nos iremos de aquí, eso lo sé… Pero Marcelito, parece que no me conoces… ¿voy a aguantar yo un mes aquí? ¡No loca! Nos escaparíamos.

Marcelo: Jajajaja olvidé lo valiente que eras… Mañana venceremos, estoy seguro.

Por otro lado, Vito y César estaban fuera de la cueva donde estaba encerrada Nélida.

César: Dios mío… Como mañana no venzamos a Kalén perderemos a la princesa…

Vito: ¡Vamos a ganar a Kalén!

César: ¿Y cómo estás tan seguro?

Vito: No, si no estoy seguro, pero hay que ser optimistas…

César: Madre mía… La que se nos avecina mañana… 

Amaneció en aquella isla y todos se reencontraron en un descampado. Kalén iba acompañado de Marcelo y Petra, y Tanok acompañado de Vito y César. Nuestros aventureros se dieron cuenta de que ambos pertenecían al ejército contrario.

Marcelo: ¡Vito! ¡César! ¡Petra son ellos!

Petra: No puede ser…. ¡¡Eeeeeeeeeh!!

Desde el otro lado, Vito y César estaban atónitos, pronto comprendieron que se tenían que enfrentar a ellos.

Vito: ¡Marcelo! ¡Petra! ¡Cuánto tiempo!

César: ¡Chicos! Dios mío… me temo lo peor.

Marcelo: ¿Dónde está Nélida?

Vito: Está se…

César le tapa la boca a Vito.

César: Está bien…

Marcelo: Gracias a dios.

Kalén: ¡Dejar de hablar! Vosoutros enfrentarse por nosoutros…

Marcelo: ¡¡¿QUÉ?!!

Tanok: Yo estar d’acuerdo con Kalén. Nosoutros haber luchado muchor, ahora vosoutros enfrentar uno a uno y solo quedar un vencedor…

Petra: ¡¡No vamos a luchar contra nosotros mismos!!

Marcelo: ¡Por nada en el mundo!

Kalén: Si vosoutros no luchar, nosoutros matar…

Vito: Dios mío…

Tanok: ¡¡EMPEZAR!! ¡BATIRSE EN DUELO!! ¡TÚ! (Señala a Vito) ¡Y tú! (Señala a Petra) ¡A ver quién gana! Jajajajajajajaja.

Tanok y Kalén se llevaron a Vito y Petra al centro del descampado para que se batieran en un duelo.

Kalén: ¡Qué empiece el espectáculo!

Marcelo: ¡No luchaaaaaaaaaaaaaaar! ¡No hacer nada por favooooooooor!

Tanok: ¡Calla! (Tira una piedra con gran fuerza a Marcelo en el estómago).

Marcelo: ¡¡¡OOH!!! ¡Aaaaaaaaah!

César: ¡Marcelo! Marcelo, ¿Estás bien?

Marcelo: Aaaaaah.

Kalén: ¡Vamos! Nosoutros no tener todo el día…

Mientras que Petra y Vito se iban a batir en duelo, Nélida estaba prisionera en la cueva de Tanok, estaba entre rejas.

Nélida: Tengo que salir de aquí… ¡¡SOCORRO!! ¡Socorro! Estos barrotes no se mueven…

Las rejas de la prisión estaban clavadas al suelo, por lo que Nélida con mucha fuerza se dispuso a excavar para que el barrote fuera diverado. Nélida con toda su fuerza intentó doblar el barrote para que pudiera salir.

Nélida: ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! ¡Aaaaaaaaah! ¡Tengo que salir! (Nélida consigue levantar el barrote) Ahora…

Nélida se dispuso a salir de esa prisión con sigilo pero en un descuido Nélida se tropezó y se clavó el barrote en el hombro.

Nélida: ¡Aaaaaaaaaaah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! (Llora de dolor) Aaaaah… Chicos por favor, aguantad… ¡Aaaaaaaaaaaaaah!

En el descampado Vito y Petra se estaban batiendo en duelo mientras César estaba socorriendo a Marcelo de esa gran pedrada que le había propinado Tanok. Mientras tanto Tanok y Kalén disfrutaban por ello.

Tanok: Jajajajajajaja ¡¡Venga!! ¡Que uno muera!!

Vito: Mátame….

Petra: ¡¿QUÉ?!

Vito: ¡Vamos mátame! ¡Uno de los dos tiene que morir! ¡Prefiero ser yo!

Petra: No, Vito, no te puedo matar…. ¡NO!

Vito: ¡Petra no te lo pienses más por favor! ¡Mátame!

Petra: No… 

Petra resignada se dispuso a desenvainar su espada.

Petra: Perdóname.

Petra corrió con la espada apuntando a Vito, iba a matarlo.

Marcelo: Noooooooooooooo, nooooo…

César: Vito…

Cuando Petra se dispuso a clavarle su espada a Vito en el pecho se paró en seco.

Petra: No voy a permitir que mi amigo muera, ¡NO!

Petra corrió como alma que lleva el diablo hacia Kalén dispuesta a matarlo.

Kalén: ¡Niñata! (Desenvainó su espada).

Petra: Prepárate para morir…

Kalén: Prepararte tu (Enganchó a Petra de su blusa y la subió hacia arriba).

Petra: ¡Suéltame! (Escupió a Kalén).

Kalén: ¡MUERE!

Kalén con la otra mano levantó su espada dispuesto a cortarle el cuello a la muchacha. Pero de repente, Kalén cayó al suelo, muerto y ensangrentado…

Petra: Nélida…

Efectivamente, Nélida había escapado de aquella prisión y había sacado uno de los barrotes que le tenían prisioneras y se lo clavó a Kalén en la espalda.

Nélida: Dios mío que he hecho…

Petra: Gracias…

César: ¡Vámonos rápido!

Tanok: Ahora toda la isla es mía…

Nélida, Petra, Vito y César que llevaba a cuesta a Marcelo huyeron de aquella isla, se dirigieron a la costa y por fin, recuperaron su barco.

El sol estaba a punto de ponerse, y una vez que Marcelo se había recuperado se fue al camarote de Nélida para ver cómo iba su herida.

Marcelo: ¿Te duele?

Nélida: No mucho…

Marcelo: Gracias por salvarnos la vida…

Nélida: Era mi deber… pero… me encuentro sucia… He mata a una persona, Marcelo, soy como ellos… como esos criminales que asaltaron mi reino…

Marcelo: No, no digas eso, no eres como ellos… Tú has matado a una persona para salvar a cinco, lo has hecho con una buena causa… No estés así…

Nélida: Gracias…

Vito, se dispuso a entrar en el camarote de Petra.

Vito: ¿Se puede?

Petra: Pasa…

Vito: Gracias por salvarme la vida, ay, no sé qué hubiera hecho si me hubiera muerto…

Petra: Pues no hubieras hecho nada porque estarías muerto…

Vito: Es verdad… Bueno, que lo que te quería decir es que…

Petra calló las palabras de Vito y le plantó un beso en los labios. Vito se quedó pasmado, cuando Petra separó sus labios de él, ella reaccionó dándole un manotazo en toda la cara.

Petra: ¡Qué sea la última vez que haces eso! (Se va).

Vito: Pero si has sido tú… Me quedo muerto… Que beso que me ha dado… (Se toca la mejilla) ¡Y qué hostia! Je je.